Desde que los hermanos Lumière realizaron la primera proyección del primer contenido audiovisual públicamente (en este caso, un film) por primera vez en la historia, la batalla entre el contenido escrito y el audiovisual ha sido encarnizada. El mundo ha ido evolucionando tecnológicamente, así también como lo ha ido haciendo el mundo audiovisual.
De tener VHS y disquetes a DVD y USB, hemos llegado al punto que incluso somos capaces de acceder a este tipo de contenido con nuestros teléfonos móviles, sin necesidad de tener el aparato de reproducción del respectivo elemento. Aunque hoy en día el periódico y otras formas de imprenta siguen formando parte de nuestra sociedad moderna, vemos poco a poco están teniendo un sustitutivo más dinámico. Hay estudios que demuestran que a pesar de que la imprenta siga siendo un pilar fundamental, la persuasión que conlleva la misma ha ido disminuyendo, transmitiendo menor información en comparación al otro grupo.